Como tantos otros autores, yo también he hecho de amazon no sólo una gigantesca y libre
editorial on line sino una inabarcable sala de encuentros a escala planetaria
donde he tenido el privilegio de encontrar personas extraordinarias que hoy,
más que colegas de la pluma y el papel, son auténticos amigos. Una de estas
personas es Blanca Miosi. Al día de
hoy, y aun conociendo sus magníficas habilidades literarias, creo que la valoro
más como amiga y consejera que como escritora. Pero dejemos estas historias que
entran de lleno en el terreno de los afectos personales y vayamos a lo que me
he propuesto, inicialmente, en el planteamiento de este post.
He leído cuatro obras de Blanca y otras tantas en están en mi eBook a la espera de que el tiempo, siempre escaso, me permita el
disfrute de su lectura. A Blanca podríamos
definirla como una intrépida aventurera de las complicadas tramas históricas
que acomete tratando los temas, no solo de un modo magistral, sino con un
perfecto dominio del lenguaje, con una sabia habilidad para que nunca decaiga
la atención del lector, con una sagacidad deslumbrante para llevarlo al campo
de las lucubraciones más
ambivalentes y para, finalmente, resolver el desenlace de sus sorprendentes
novelas con finales tan apoteósicos comos imprevisibles. Leyéndola, se nota que tras esas aparentemente fáciles descripciones se esconde una labor de minuciosa investigación.
La primera novela que leí de ella fue “El Legado”, un relato en el que amalgama la vida de personajes
reales de la pasada historia reciente con otros imaginarios, confundiéndolos en
escenarios fantasmagóricos en los que el lector es víctima obligada de la
sorpresa continua. La autora nos presenta a un atrabiliario vidente, como Erik Hanussen, para quien el sanguinario Adolf Hitler es un personaje diminuto e insignificante con el que
juega al ratón y al gato. Un misterioso Welldone
lo envuelve en un proyecto macabro con el que conseguirá la fortuna y el poder
que siempre ambicionó. ¿Tuvo Hitler
una hija secreta? Por más que se lea minuciosamente “El Legado”, al final, siempre persistirá la duda.
En otra de sus obras, Blanca
Miosi nos presta las alas de su “cóndor
de pluma dorada” para que volemos a los mundos ignotos de un remoto país
andino en el que el lector llegará a sentirse tan atrapado por lo que ve y lo
que siente que no recelará en tomar parte en los ritos milenarios y misteriosos
de aquellos pueblos prehispánicos que todo lo perdieron tras la llegada de unos
implacables conquistadores que arribaron un doce octubre de 1492 a las costas
de un inmenso y desconocido continente.
De todas, creo que “La
Búsqueda” es no sólo su mejor trabajo sino también su obra más querida por
la carga emocional que puso en ella. Basada en el testimonio real de quien
compartió su vida afectiva durante muchos años (Henry, su esposo desgraciadamente desaparecido) la escritora nos
cuenta la desgarradora historia de un niño polaco, Waldelk Grodek,
quien víctima de su candor llega a desafiar, inconscientemente, a los crueles
ejecutores del más terrible de los regímenes políticos del convulso siglo XX.
"La Búsqueda" es un testimonio real, tan duro como conmovedor, en el que destaca por encima
de otros aspectos, la distancia ecléctica que toma el protagonista (en este
caso la autora) respecto del cruel dictador, responsable de todos los
incontables males que hicieron del terror una circunstancia de vida que muchos
tomaron como un una consecuencia inapelable de su propio destino en una difícil comprensión del hombre
por su infortunio. “La Búsqueda” es
una novela basada en hechos reales, tierna y cruda a un tiempo, y que remueve
la conciencia del lector hasta provocarle, ahora la sonrisa y más tarde el
llanto. También es un testimonio que deja ver a las claras, que no sólo los
judíos fueron las únicas víctimas de aquella inhumana locura.
Blanca Miosi ya
ha escrito dos “Manuscritos” y pronto nos regalará un
tercero. Leí, ensimismado, el primero y espero leer muy pronto el segundo para
enlazarlo, sin solución de continuidad, con el tercero que ya está a punto de
salir. Sus “Manuscritos” son
historias de aventuras épicas, cuidadosamente elaboradas, en las que los
tiempos pretéritos se enlazan con nuestro mundo actual orquestando tramas
misteriosas que, en su resolución final, sorprenden siempre al lector.
Blanca no sólo
tiene una extraordinaria habilidad para novelar sus historias sino que las
desarrolla en un lenguaje culto y moderno que hacen que la lengua española, en
su particular modo de utilizarla, resuene con ecos muy genuinos que reverberan
a uno y otro lado de ese inmenso océano que une y separa los dos continentes en
los que el idioma español, por encima de otras cosas, es el poderoso vínculo
que nos une a más de quinientos millones de hispanohablantes.
Gracias, Blanca Miosi,
por legarnos tan valiosos “Manuscritos”
literarios permitiendo que nuestra imaginación, como tu cóndor de pluma dorada, vuele libre hasta donde sus alas quieran llevarnos.