Si te interesa este post es porque posiblemente seas uno
de tantos autores “multifunción” que no solamente escribe, y además muy bien,
sino que tras un largo e inútil peregrinar por diferentes editoriales
convencionales decidiste un día (de desesperación) subir tus escritos a una de
las plataformas digitales on line. No te sientas un ser extraño, y mucho menos
desheredado de la Fortuna. No, no estás solo ni eres el único; en ello estamos cientos de miles
y somos tantos, que ya casi no cabemos.
Cuando te decidiste a dar el paso como autor autoeditado
y te enfrentaste a la plataforma, todo fue relativamente fácil: confeccionaste
tu propia portada, conseguiste subir los textos, hiciste la elección del
género, la redacción de la sinopsis y hasta pusiste el precio que te pareció
más conveniente. La suerte, “tu suerte”, estaba echada, pero…poco tiempo
después, cuando ya habías constatado con orgullo que tu novela se exhibía en la
plataforma, llegó el desencanto al comprobar que no vendías nada o casi nada y
que tu novela se perdía entre los cientos de miles de libros expuestos.
¿Qué hacer, entonces? Lo primero que quisiera decirte es
que no dejes que cunda el pánico y mucho menos el desánimo, y lo segundo, que
no renuncies a tus sueños. Posiblemente, por falta de experiencia y de apoyos,
actuaste de un modo en exceso autodidacta o no tuviste el oportuno consejo de
alguien experto que, como tú, también atravesó en su día ese Rubicón cuando se
lanzó a la apasionante aventura de la autoedición y la autopublicación. Por ahí
hemos pasado todos.
Lo que te toca ahora es no desinflarte, tomar asiento,
reflexionar sobre lo que has hecho y lo que has dejado de hacer, verificar tus
puntos débiles y los de la novela, plantearte qué sería lo mejor para interesar
al mayor número de lectores y, sobre todo, preguntar a los ya saben de esto
para que te ayuden a introducir algunas modificaciones en tu estrategia. Yo me
voy a permitir ofrecerte en este post cuatro sugerencias, que nada te van a
garantizar, pero que no está de más que las conozcas:
1.- Tarjeta
de presentación: Título y portada.
¿Qué es lo primero que llama tu atención cuando entras
en una librería y deseas comprar algo entre ese mare magnum de libros? ¡Claro,
la portada! Una buena portada, según los expertos, es fundamental para atraer
la atención del lector. Una portada atractiva vende por sí sola. ¿Y después?
¡Naturalmente, el título! La combinación de estos dos elementos; título y portada,
atrapará poderosamente la atención del lector invitándole a la compra si has
sabido captar su interés con otras cosas que ahora te diré. No olvides que una
plataforma on line, tipo amazon, es una gigantesca librería cuyas ofertas las
ves cómodamente desde el ordenador de tu casa, o en tu despacho, o en tu
tablet, o en tu smartphone. Para ratificarme en lo que digo te daré un ejemplo
que te va a convencer: Una de mis novelas de ficción histórica a la que había
dado, inicialmente, el título de “La palmera de Damasco” y cuya portada
(bastante mediocre) me la había confeccionado yo mismo, experimentó,
súbitamente, una mejora radical en el ranking de ventas. ¿Qué pasó?
Por consejo
de dos amigas, muy expertas en estos asuntos, Marlene Moleón y Blanca Miosi,
hice cambios radicales en la portada (encargándosela a un profesional de la
categoría de Ernesto Valdés) mientras que la maquetación y revisión general
corrió a cargo de un gran profesional como Daniel de Córdova. La portada quedó
muy atractiva y el nuevo título (“Mi amor por un reino en Córdoba”) que
respondía mejor al contenido de la novela y era, indudablemente, más sugerente
que el previo, junto a una activa promoción en redes, la auparon hasta los
primeros lugares de amazon en los géneros de biografía, historia y ficción
histórica. Algo parecido ocurrió con otra de mis novelas: “El paciente de El
Pardo” que tras un cambio de portada, llevada a cabo por el equipo de expertos
de Eriginal Books, de Marlene Moleon, y una revisión exhaustiva de tipo
ortotipográfico, consiguió situarse en las primeras posiciones de amazon en biografía e
historia, y ahí continúa.
En resumen: Un título inexpresivo y una portada carente
de atractivo harán difíciles tus ventas. Toma nota y confía tus vacíos y
carencias a los profesionales; el esfuerzo tiene su recompensa.
2.-Sinopsis.
Volvamos a la
librería. Estás bastante decidido a comprar un libro cuya portada y título han
acaparado tu atención. Pero antes tienes que saber de qué va la historia. Ése
es otro de los puntos clave: el sumario, que en pocas palabras tiene que
informar al lector del contenido de la novela. Hay autores o editores que se
limitan a contar en un par de párrafos y, por lo general, con bastante poca
gracia los entresijo de la trama argumental con referencias inconcretas acerca
de los personajes. Algunos, en su torpeza, hasta consiguen destripar el
misterio de la novela con descripciones como: “…al final, el asesino del joyero acabará pagando sus fechorías con el
precio de su propia vida.”. La sinopsis (en femenino) debería de utilizar,
obviamente, “armas de mujer”, es decir; insinuar sutilmente lo que atesora sin
desvelar todos los secretos que darían al traste con la fantasía y la
curiosidad del lector.
Además, la sinopsis, con la misma sutileza femenina que
antes hemos comentado, debería, mediante frases muy sugerentes y sin cargar
excesivamente las tintas, elogiar la originalidad del tema, la habilidad del
autor para mantener constantemente la atención del lector, el ágil desarrollo
de la trama para que, finalmente, todo se resuelva en un final sorprendente,
sin olvidar que la lectura se hace profundamente amena al estar redactada en un
impecable estilo literario. Obviamente, todo lo anterior resultaría estéril si tu novela, en sí misma, no cumpliera los postulados que acabamos de comentar. Por
ello, repasar y corregir el texto tantas veces como sea necesario y pedir la cooperación
de lectores-censores es otra argucia muy necesaria para entregar al lector un
libro en las mejores condiciones posibles. Generalmente, si tu primera novela
gusta a un grupo de lectores, éstos estarán más predispuestos a comprarte la
segunda.
3. Clasificar adecuadamente el género.
Ya se sabe que cada
lector tiene sus gustos y tendencias. Por ello, es muy necesario que en la
descripción de los géneros seas muy contundente y resolutivo. Algunos autores
tratan de clasificar su novela en tantos géneros como posibilidades ofrece la plataforma digital on line. Grave error. El lector de novela
negra, buscará sólo novela negra, y el de romántica, solamente género
romántico. La superabundancia de géneros y "palabras clave" para un solo título sólo genera
confusión en el lector quien acabará por desestimar la compra de tu libro.
Si tu novela es romántica y la atmósfera que recreas se ambienta en hechos históricos del siglo XVIII, clasifícala únicamente como romántica y de ficción histórica, pero no insistas en otros géneros creyendo que, con ello, abarcarás un más amplio espectro de lectores. El efecto es justamente el contrario. Un libro no puede ser tan versátil como para poder ser clasificado en siete géneros distintos. Los expertos aconsejan no citar más de dos géneros por novela y tres o cuatro palabras clave. Tres o más géneros, sólo conseguirán confundir al teórico comprador y ahuyentarlo de tu relación de posibles lectores.
4.- Autopromoción:
Si crees que subiendo
tu novela a una plataforma de servicios editoriales lo has hecho todo, ya
puedes empezar a olvidarte de cualquier mínimo éxito de ventas. Una vez que has
hecho la presentación digital de tu novela, teniendo la certeza de que has
entregado no sólo lo mejor de ti mismo sino un texto atractivo, bien presentado
y hasta cautivador, te toca ahora tu propia promoción aprovechando los medios
que hoy te ofrece Internet y que, básicamente, son redes sociales como Twiter,
Facebook, linkedin, Google+… Cuantas más mejor, aunque de entre todas, Twiter
es la más eficaz para la autopromoción.
Pero tampoco te pases en el número diario de tuits ni te
muestres pesado pidiendo a tus teóricos lectores que compren “tu fantástica
obra porque van a flipar”, “porque después ella, el diluvio”, “porque no van a
leer nada mejor en su vida” y frases tan torpes como ineficaces. Cuantos más followers tengas, mejor. Sigue para que
te sigan. Da las gracias cuando te tuiteen o retuiteen. En cuantos más grupos
de autores indies te instales
activamente, mejor. Aprenderás mucho. Cuantos más tuits cuelgues en favor de otros, mejor; ya que
ellos harán lo mismo contigo. Entra en foros afines a tu causa y pregunta y
comenta. No tengas miedo a preguntar; nadie nace sabiendo. Da publicidad a los
comentarios que hagan algunos lectores a favor de tu obra y no te deprimas
cuando lleguen los adversos. Para ser escritor y estar en la brecha hay que
tener cintura y aceptar las críticas, buenas o malas, tal como vengan. Abre tu
propia página en Facebook, ilústrala convenientemente y recomienda tu obra, sin
agobiar. Haz lo mismo en Google+. Genera tu página de autor en amazon.com y si te es posible hazlo en español e inglés.
http://www.amazon.com/-/e/B001K11FIY
Crea tu página web personal o haz una para tu
novela y publicítala. Mantén activo un blog (las plantillas hoy en día son magníficas y muy
versátiles) y en posts periódicos
habla “de lo tuyo” sin olvidar que hacer referencias sobre los trabajos de tus
colegas te generará simpatías y quién sabe si hasta ayudas que servirán para
generarte más ventas. Ilústralo con fotografías elocuentes y no hagas críticas
negativas de nadie porque nada positivo te aportará. Piensa que es mejor ser
dueño de tus silencios que esclavo de tus palabras.
Podríamos seguir
hablando horas y horas sobre un asunto tan complejo como el que nos está tocando vivir con la
llegada de las nuevas ediciones digitales, pero tampoco se trata de agotar el
tema en un solo post. Mi intención ha sido la de darte unas pinceladas basadas en mi propia experiencia ( a veces
amarga) vivida desde los primeros pasos que di en este mundillo y en el que
ahora me siento, si no encantado, sí al menos muy satisfecho por haber
conocido, sobre todo, a gente extraordinaria de la que he aprendido y sigo
aprendiendo cada día.